24 noviembre 2005
Pitéate un Flaite
Ese es el nombre de la nueva campaña radial de Radio Carolina, emisora que en su web declara que su programación “...esta (SIC) dirigida a un público juvenil, ABC1 Y C2, entre los 15 y 25 años. Su programación está centrada, principalmente, a música anglo y latina, acompañada de entretenidos programas.”
Seguramente dentro de esos “entretenidos programas” dirigidos a los jóvenes chilenos con poder de compra, se enmarca esta singular campaña que derechamente llama a matar (échate significa en jerga coa, sencillamente, mata) a jóvenes que según la clasificación que los tolerantes y patriotas defensores de la “gente decente de este país” entra en la taxonomía de “flaite”, o sea, joven poco refinado, sin educación, pobre, ¿delincuente?.
Esos son los sinónimos que el subtexto de dicha campaña promueve con la expresión “flaite”. Es decir, no nos basta con la exclusión a que nuestra sociedad plutocrática y jerarquizada condena a los pobres, sino que además, se llama a través de una radio a eliminarlos, a estigmatizarlos y condenarlos como grupo. Eso se llama genocidio, y es una de las infracciones más graves al derecho internacional.
Y la sumatoria del estigma arroja inmediatamente, y sin paso reflexivo previo alguno, el adjetivo que más aterra hoy a los chilenos: el delincuente.
Como no tengo ganas hoy de teorizar mucho, y quiero actualizar rápidamente el blog, los invito al debate.
Sólo comentaré que en un país de verdad, los promotores de esta campaña estarían presos. Que ellos son el real peligro, promotores del odio racial, étnico, religioso, político y especialmente social.
Que Chile, como signatario del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, está obligado a reprimir ese tipo de conductas.
Que una cultura de paz y de derechos humanos sólo se va a construir si removemos las diferencias, las exclusiones y marginaciones, no si las promovemos.
Que como socialista, estoy convencido que las diferencias sociales no son naturales, sino artificialmente creadas, culturalmente validadas y necesarias para mantener un orden excluyente, donde la libertad, la autoconciencia y la autonomía de vida sólo sea patrimonio de unos pocos. Y que por lo mismo, debemos remover, junto con las estructuras sociales que las perpetúan.
Y por último, que la campaña que debiésemos promover es encarcela (en ningún caso “pitéate”) a un verdadero Flaite: a los que expoliaron a las empresas del Estado durante la dictadura y pasaron de modestos oficiales de ejército y funcionarios públicos, a multimillonarios, a los que desaparecieron a nuestros familiares por pensar diferente, a los que ejecutaron sumariamente a sus opositores, a los que torturaron y dejaron secuelas permanentes en sus víctimas, a los que nos encerraron con toques de queda, a los que manipularon los medios para desinformarnos, a los que promueven el odio, la segregación y la discriminación, y al principal responsable de esto, hoy paradójicamente arrestado en su domicilio por no pagar tributos por los robos que realizó mientras ejercía el poder total desde la usurpada Presidencia de la República, y luego como Jefe del Ejército, amparado con las constantes y soterradas amenazas de uso de la fuerza con que su círculo pretoriano lo protegía.
Radio Carolina está llamando a los jóvenes entre 15 y 25 años, ABC1 y C2, a matar a jóvenes pobres.
Haz algo útil: llama a la radio, mándale e-mails, cartas, comunicaciones, y diles que no vas a escuchar sus programas y no vas a comprar los productos y servicios de las empresas que los auspicien. Si esas son las únicas armas que la economía neoliberal nos entrega para defender nuestros derechos y los de todos, usémoslas.
Seguramente dentro de esos “entretenidos programas” dirigidos a los jóvenes chilenos con poder de compra, se enmarca esta singular campaña que derechamente llama a matar (échate significa en jerga coa, sencillamente, mata) a jóvenes que según la clasificación que los tolerantes y patriotas defensores de la “gente decente de este país” entra en la taxonomía de “flaite”, o sea, joven poco refinado, sin educación, pobre, ¿delincuente?.
Esos son los sinónimos que el subtexto de dicha campaña promueve con la expresión “flaite”. Es decir, no nos basta con la exclusión a que nuestra sociedad plutocrática y jerarquizada condena a los pobres, sino que además, se llama a través de una radio a eliminarlos, a estigmatizarlos y condenarlos como grupo. Eso se llama genocidio, y es una de las infracciones más graves al derecho internacional.
Y la sumatoria del estigma arroja inmediatamente, y sin paso reflexivo previo alguno, el adjetivo que más aterra hoy a los chilenos: el delincuente.
Como no tengo ganas hoy de teorizar mucho, y quiero actualizar rápidamente el blog, los invito al debate.
Sólo comentaré que en un país de verdad, los promotores de esta campaña estarían presos. Que ellos son el real peligro, promotores del odio racial, étnico, religioso, político y especialmente social.
Que Chile, como signatario del Pacto de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, está obligado a reprimir ese tipo de conductas.
Que una cultura de paz y de derechos humanos sólo se va a construir si removemos las diferencias, las exclusiones y marginaciones, no si las promovemos.
Que como socialista, estoy convencido que las diferencias sociales no son naturales, sino artificialmente creadas, culturalmente validadas y necesarias para mantener un orden excluyente, donde la libertad, la autoconciencia y la autonomía de vida sólo sea patrimonio de unos pocos. Y que por lo mismo, debemos remover, junto con las estructuras sociales que las perpetúan.
Y por último, que la campaña que debiésemos promover es encarcela (en ningún caso “pitéate”) a un verdadero Flaite: a los que expoliaron a las empresas del Estado durante la dictadura y pasaron de modestos oficiales de ejército y funcionarios públicos, a multimillonarios, a los que desaparecieron a nuestros familiares por pensar diferente, a los que ejecutaron sumariamente a sus opositores, a los que torturaron y dejaron secuelas permanentes en sus víctimas, a los que nos encerraron con toques de queda, a los que manipularon los medios para desinformarnos, a los que promueven el odio, la segregación y la discriminación, y al principal responsable de esto, hoy paradójicamente arrestado en su domicilio por no pagar tributos por los robos que realizó mientras ejercía el poder total desde la usurpada Presidencia de la República, y luego como Jefe del Ejército, amparado con las constantes y soterradas amenazas de uso de la fuerza con que su círculo pretoriano lo protegía.
Radio Carolina está llamando a los jóvenes entre 15 y 25 años, ABC1 y C2, a matar a jóvenes pobres.
Haz algo útil: llama a la radio, mándale e-mails, cartas, comunicaciones, y diles que no vas a escuchar sus programas y no vas a comprar los productos y servicios de las empresas que los auspicien. Si esas son las únicas armas que la economía neoliberal nos entrega para defender nuestros derechos y los de todos, usémoslas.
# posted by Alvaro Fuentealba @ 16:48 
Comments:
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Profesor:
Debo decir que hay un error conceptual en la descripción del término "flaite", ya que este no es sinónimo de pobre, o de clase baja. Un "flaite" es una persona que adopta una mentalidad determinada, no importando a qué grupo social pertenece. Un ejemplo de esto es la existencia de los denominados "cuicos flaites", que son miembros de clases acomodadas, lo que se diría en jerga popular un "hijito de papá"; que adopta determinados patrones conductuales. Pero entonces, ¿qué contempla esta mentalidad?. El gusto caprichoso y sin sentido por la violencia, la concepción de esta último como un elemento de diversión,la intimidación hacia el otro como forma de adquirir status entre sus pares (el ser "choro", un verdadero valor y estilo de vida entre los flaites), el gusto por la suciedad, la coprolalia, el rayar muros y micros por mero entretenimiento; en síntesis, la pérdida total del respeto hacia el otro, miembro de la misma sociedad de la que el forma parte. Contra estos deleznables individuos apunta la campaña, cuyos medios no apruebo en absoluto, pero sí su finalidad: erradicar esta mentalidad de la sociedad chilena. No hay mejor medio para lograr esto que una buena política educacional, que los haga sentirse parte de un tejido social que los necesita, y que guarda un rol a desempeñar para ellos.
Saludos.
Debo decir que hay un error conceptual en la descripción del término "flaite", ya que este no es sinónimo de pobre, o de clase baja. Un "flaite" es una persona que adopta una mentalidad determinada, no importando a qué grupo social pertenece. Un ejemplo de esto es la existencia de los denominados "cuicos flaites", que son miembros de clases acomodadas, lo que se diría en jerga popular un "hijito de papá"; que adopta determinados patrones conductuales. Pero entonces, ¿qué contempla esta mentalidad?. El gusto caprichoso y sin sentido por la violencia, la concepción de esta último como un elemento de diversión,la intimidación hacia el otro como forma de adquirir status entre sus pares (el ser "choro", un verdadero valor y estilo de vida entre los flaites), el gusto por la suciedad, la coprolalia, el rayar muros y micros por mero entretenimiento; en síntesis, la pérdida total del respeto hacia el otro, miembro de la misma sociedad de la que el forma parte. Contra estos deleznables individuos apunta la campaña, cuyos medios no apruebo en absoluto, pero sí su finalidad: erradicar esta mentalidad de la sociedad chilena. No hay mejor medio para lograr esto que una buena política educacional, que los haga sentirse parte de un tejido social que los necesita, y que guarda un rol a desempeñar para ellos.
Saludos.
Transcribo a continuación comentario de mi amigo Eduardo Palma
EL PODER DEL CIUDADANO-CONSUMIDOR.
Estimado ALVARO, apoyo tu campaña.
Creo que la existencia de un programa como "Pitéate un flaite" debe preocuparnos. Revela que hay dueños de medios de comunicación, empresas, programadores, locutores, auditores, que consideran normal promover la eliminación física de otros.
La idea del enemigo interno es vieja en la política chilena: justificó los asesinatos de la DINA y de la CNI. Respecto de esta idea no hemos escuchado ningún testimonio de condena por parte de los grupos políticos que representan a la derecha.
¿Qué hacer ante este discurso y esta visión? Una posición realista indica que debemos usar el poder del ciudadano-consumidor. Adhiero entonces a tu campaña.
Respecto de si el Estado debe reprimir o no estas conductas, expreso lo siguiente: 1. Que no cabe confundir el Estado totalitario con el Estado democrático. 2. Que el Estado democrático existe en tanto hay personas democráticas que ejercen el poder que el pueblo les entrega.Son individuos de carne y hueso los que obran a nombre del poder estatal.3. La democracia es una forma de vida y su proyección en el tiempo exige limitar ciertas conductas que dañen esta forma de vida. 4. Promover el odio respecto de ciertas formas de vida es un tipo de conducta que daña gravemente la democracia. 5. Parece razonable entonces que el Estado ponga freno a dichas conductas una vez que se verifiquen. La libertad de expresión no es absoluta,tiene, como todos los derechos, límites que surgen de la convivencia social. Dichos límites son legítimos si emanan de una voluntad democrática.
Pero no sólo el Estado debe intervenir, también nosotros, los ciudadanos interesados en fomentar y mantener una convivencia democrática. Cómo hacerlo en la sociedad de consumo en la que estamos instalados: ejerciendo el poder del ciudadano-consumidor.
La opción de consumir o no consumir está en nuestras manos, ello en la medida que nuestra conciencia esté liberada, y por lo tanto, tenemos poder de compra, que en último término es una forma de poder.
Si decidimos no comprar, o no escuchar en este caso, los dueños del medio de comunicación, los auspiciadores, los programadores, locutores, perderán audiencia, es decir, potenciales consumidores: Mal asunto en una economía de consumo.
Ejerzamos entonces nuestro pequeño, pero a veces decisivo, poder de ciudadano-consumidor.
ERIC EDUARDO PALMA
EL PODER DEL CIUDADANO-CONSUMIDOR.
Estimado ALVARO, apoyo tu campaña.
Creo que la existencia de un programa como "Pitéate un flaite" debe preocuparnos. Revela que hay dueños de medios de comunicación, empresas, programadores, locutores, auditores, que consideran normal promover la eliminación física de otros.
La idea del enemigo interno es vieja en la política chilena: justificó los asesinatos de la DINA y de la CNI. Respecto de esta idea no hemos escuchado ningún testimonio de condena por parte de los grupos políticos que representan a la derecha.
¿Qué hacer ante este discurso y esta visión? Una posición realista indica que debemos usar el poder del ciudadano-consumidor. Adhiero entonces a tu campaña.
Respecto de si el Estado debe reprimir o no estas conductas, expreso lo siguiente: 1. Que no cabe confundir el Estado totalitario con el Estado democrático. 2. Que el Estado democrático existe en tanto hay personas democráticas que ejercen el poder que el pueblo les entrega.Son individuos de carne y hueso los que obran a nombre del poder estatal.3. La democracia es una forma de vida y su proyección en el tiempo exige limitar ciertas conductas que dañen esta forma de vida. 4. Promover el odio respecto de ciertas formas de vida es un tipo de conducta que daña gravemente la democracia. 5. Parece razonable entonces que el Estado ponga freno a dichas conductas una vez que se verifiquen. La libertad de expresión no es absoluta,tiene, como todos los derechos, límites que surgen de la convivencia social. Dichos límites son legítimos si emanan de una voluntad democrática.
Pero no sólo el Estado debe intervenir, también nosotros, los ciudadanos interesados en fomentar y mantener una convivencia democrática. Cómo hacerlo en la sociedad de consumo en la que estamos instalados: ejerciendo el poder del ciudadano-consumidor.
La opción de consumir o no consumir está en nuestras manos, ello en la medida que nuestra conciencia esté liberada, y por lo tanto, tenemos poder de compra, que en último término es una forma de poder.
Si decidimos no comprar, o no escuchar en este caso, los dueños del medio de comunicación, los auspiciadores, los programadores, locutores, perderán audiencia, es decir, potenciales consumidores: Mal asunto en una economía de consumo.
Ejerzamos entonces nuestro pequeño, pero a veces decisivo, poder de ciudadano-consumidor.
ERIC EDUARDO PALMA
¿Qué más podría decir respecto a esto? Ésta es una campaña aberrante ¿Por qué "pitiarse" a este tipo de gente? ¿Por qué la gente ABC1 no asume su verdadera responsabilidad a este respecto? Recordemos que si en este país existen flaites es porque hay un grupo que es inmensamente rico y ha basado tal riqueza en una u otra medida de formas ilícitas de explotación. Nunca he vivido en un barrio de gente acomodada, diariamente me topo con este tipo de gente, la cual, si uno se detiene a conversar con ella, tiene mucho más que entregarnos de lo que los medios de comunicación, manipulados por periodistas incompetentes, dicen. Sinceramente, aquellos que más publicitan tales campañas, deberían recapacitar y reconocer que ellos, en algún momento no muy lejano en el tiempo, apoyaron y se beneficiaron de un tipo que cae de lleno dentro de la tipología flaite; aunque no, porque al menos un flaite jamás dará una puñalada por la espalda, sino de frente, no como otro. Estas nuevas formas de fascismo no están considerando que es por su política de 17 años, donde hubo injusticias sociales descaradas, que enmarca el nacimiento de los grupos marginales de la sociedad, que no tienen el privilegio de pertenecer al 15% más rico; y se busca eliminarlos de un modo fácil, cual si fueran unas cucarachas apestosas ¿Dónde quedan los modales, las buenas costumbres, los valores con los cuales se llena la boca la oligarquía de este país? O ¿Acaso los derechos humanos no son para todos, sino para un iluminado grupo de seres privilegiados por el dinero? Esas son algunas de las preguntas que me gustaría formularles a esta gente tan refinada, porque si de tal modo se procede, ténganlo por seguro que muy pronto tendremos manifestaciones como las ocurridas hace poco en Francia, donde se había empezado a distinguir a ciudadanos de segunda clase.
FINALMENTE OPINO, DESDE OTRO PUNTO DE VISTA.
Primero (como ya lo dijeron), aclaro, un hip hopero, un rapero, no son flaites.
Segundo quien vaya a plaza san enrique, vera un tipo de flaite bien especial, el flaite ABC1.
Flaite es un calificativo moral, no social. Flaite es alguien malo. Por ende en otras plabras la campaña es piteate a alguien malo.
¿pero como saber ex-ante quien es malo? ¿por las apariencias? Bueno ese es el punto. El que dice que los flaites son los de poblaciones, son todos los que han caido en la criminalización (primaria o secundaria no me acuerdo) Que hacen los medios de comunicación, donde muestran que los malos son los de bajos recursos.(¿y que pasa con los crimenes de puño blanco?)
Ahora bien, el imperativo moral: mata a alguien malo. nose si sirve para algo. ¿ya que quien califica quien es bueno y quien es malo? ¿que parametros ocupamos? ¿no que matar o pitearte a alguien es malo?
Mejor ofrescamos el derecho, como sistema (via) de heterocomposición (solución de conflictos)y asi evitamos la autotutela. Para ello debemos hacer más atractivo el sistema y dar más seguridad juridica.
Atte
J.C.S.C.
soñador realista.
09/12/2005
Santiago, Chile
pd. me queda una pregunta para el profesor Palma. (ojala me responda, seria entretenido discutir esto, más si se quiere hacer una nueva constitución) El habla de la democracia. " La democracia es una forma de vida y su proyección en el tiempo exige limitar ciertas conductas que dañen esta forma de vida." ¿No es ese el gran argumento de la democracia protegida? ¿no es este el argumento del sistema binominal? Yo estoy deacuerdo con limitar, pero nose donde esta el limite.
Primero (como ya lo dijeron), aclaro, un hip hopero, un rapero, no son flaites.
Segundo quien vaya a plaza san enrique, vera un tipo de flaite bien especial, el flaite ABC1.
Flaite es un calificativo moral, no social. Flaite es alguien malo. Por ende en otras plabras la campaña es piteate a alguien malo.
¿pero como saber ex-ante quien es malo? ¿por las apariencias? Bueno ese es el punto. El que dice que los flaites son los de poblaciones, son todos los que han caido en la criminalización (primaria o secundaria no me acuerdo) Que hacen los medios de comunicación, donde muestran que los malos son los de bajos recursos.(¿y que pasa con los crimenes de puño blanco?)
Ahora bien, el imperativo moral: mata a alguien malo. nose si sirve para algo. ¿ya que quien califica quien es bueno y quien es malo? ¿que parametros ocupamos? ¿no que matar o pitearte a alguien es malo?
Mejor ofrescamos el derecho, como sistema (via) de heterocomposición (solución de conflictos)y asi evitamos la autotutela. Para ello debemos hacer más atractivo el sistema y dar más seguridad juridica.
Atte
J.C.S.C.
soñador realista.
09/12/2005
Santiago, Chile
pd. me queda una pregunta para el profesor Palma. (ojala me responda, seria entretenido discutir esto, más si se quiere hacer una nueva constitución) El habla de la democracia. " La democracia es una forma de vida y su proyección en el tiempo exige limitar ciertas conductas que dañen esta forma de vida." ¿No es ese el gran argumento de la democracia protegida? ¿no es este el argumento del sistema binominal? Yo estoy deacuerdo con limitar, pero nose donde esta el limite.
Estimado Profesor,
Me llama poderosamente la atención que un docente se refiera en esos términos de un tema en particular como el que acá nos ha congregado.
Me encantaría, ya que usted habla de tolerancia y respeto por los demás, y hace un llamado fuerte e inequívoco a que los jóvenes de aquellas clases que usted hace referencia, olvidemos la autotutela y nos volquemos en los tribunales para ‘encarcelar’ a los antisociales denominados flaites, que me dijera si reconoce la delgada línea de la tolerancia?
Le pregunto porque me encantaría que leyera el título de su blog y me dijera que tan amplio es el destinatario al cual usted apunta, y que se pusiera en el lugar de los que no son sus queridos alumnos de la Universidad de Chile.
¿Desde cuándo Profesor, los conocimientos se segregan por casa de estudios?
Es muy fácil estar del otro lado de la discriminación estimado Profesor, y quienes se atribuyen la palabra de la tolerancia, y se erigen en defensa de las minorías discriminadas o segregadas, son los que más errores cometen en la materia.
Bueno, lamento haberme salido tanto del tema en cuestión, pero me sentí en la necesidad de hacerle este pequeño alcance.
Le saluda atentamente, una futura colega de otra Universidad.
Me llama poderosamente la atención que un docente se refiera en esos términos de un tema en particular como el que acá nos ha congregado.
Me encantaría, ya que usted habla de tolerancia y respeto por los demás, y hace un llamado fuerte e inequívoco a que los jóvenes de aquellas clases que usted hace referencia, olvidemos la autotutela y nos volquemos en los tribunales para ‘encarcelar’ a los antisociales denominados flaites, que me dijera si reconoce la delgada línea de la tolerancia?
Le pregunto porque me encantaría que leyera el título de su blog y me dijera que tan amplio es el destinatario al cual usted apunta, y que se pusiera en el lugar de los que no son sus queridos alumnos de la Universidad de Chile.
¿Desde cuándo Profesor, los conocimientos se segregan por casa de estudios?
Es muy fácil estar del otro lado de la discriminación estimado Profesor, y quienes se atribuyen la palabra de la tolerancia, y se erigen en defensa de las minorías discriminadas o segregadas, son los que más errores cometen en la materia.
Bueno, lamento haberme salido tanto del tema en cuestión, pero me sentí en la necesidad de hacerle este pequeño alcance.
Le saluda atentamente, una futura colega de otra Universidad.
Profesor:
Hace ya bastante tiempo que no posteo en su blog.
Siguiendo con el tema, me inclino por el pensamiento de mi amigo Alex Figueroa, que señala que el concepto de "Flaites" se atribuye a un tipo de mentalidad, que se relaciona íntimamente con la violencia, el robo, el "creerse choro" por hacer daño a los demás, tanto física como psicológicamente, el matratar la propiedad, tanto pública como privada. Son los hombres y mujeres que siguen estos patrones, los que caen dentro de la clasificación de "flaites", y estos hombres y mujeres representan realmente un peligro para la sociedad, ya que en su desenfreno por conseguir ser el más "choro", el que roba más, el que raya más micros y muros, tanto de propiedad pública como privada, logran dañar a una enorme cantidad de personas a su alrededor; y estos hombres y mujeres "flaites", acostumbradadmente se relacionan conel mundo del hampa, y de la droga, y el tráfico de estupefacientes. Por lo que representan un directo peligro a la sociedad, tanto como su familia, porque llegan a cometer atrocidades para conseguir su preciada sustancia.
Estos sujetos, además de eso amedrentan a los que le rodean, y los amenazan si uno los mira, lo que reafirma lo expuesto anteriormente.
Esperando su respuesta, se despide su alumno.
Carlo A. Sánchez P.
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Hace ya bastante tiempo que no posteo en su blog.
Siguiendo con el tema, me inclino por el pensamiento de mi amigo Alex Figueroa, que señala que el concepto de "Flaites" se atribuye a un tipo de mentalidad, que se relaciona íntimamente con la violencia, el robo, el "creerse choro" por hacer daño a los demás, tanto física como psicológicamente, el matratar la propiedad, tanto pública como privada. Son los hombres y mujeres que siguen estos patrones, los que caen dentro de la clasificación de "flaites", y estos hombres y mujeres representan realmente un peligro para la sociedad, ya que en su desenfreno por conseguir ser el más "choro", el que roba más, el que raya más micros y muros, tanto de propiedad pública como privada, logran dañar a una enorme cantidad de personas a su alrededor; y estos hombres y mujeres "flaites", acostumbradadmente se relacionan conel mundo del hampa, y de la droga, y el tráfico de estupefacientes. Por lo que representan un directo peligro a la sociedad, tanto como su familia, porque llegan a cometer atrocidades para conseguir su preciada sustancia.
Estos sujetos, además de eso amedrentan a los que le rodean, y los amenazan si uno los mira, lo que reafirma lo expuesto anteriormente.
Esperando su respuesta, se despide su alumno.
Carlo A. Sánchez P.
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